martes, 29 de mayo de 2012

Desing, citrus y edificios


La primera vez que me encontré con Vicente Martínez Gadea para entrevistarle fue el 19 de enero de 1984; la conversación se publicaría en la revista cultural El Pregonero, editada en Murcia. Años más tarde, en mayo de 1997, el fotógrafo alemán Dexter Hodges y un servidor entramos a saco, con cámaras, trípodes y flashes, a la vivienda de Vicente y su esposa Chelete. Llevamos a cabo un reportaje con las excelencias del inmueble solariego, situado en La Alberca, para publicar en la edición española de la revista Joyce. Regreso de nuevo a Villa San José, verdadera domus aurea (casa dorada) como la bautizó la directora de la publicación, María Eugenia Alberti. Hoy visito la morada y el estudio del arquitecto y de la pintora, porque él debe contar a los lectores de LA OPINIÓN algunas razones por las que se le admira como persona, se le venera como profesional y se le envidia como marido.
El próximo martes, 29 de mayo, se inaugura la exposición con maquetas e imágenes de sus trabajos realizados en los últimos 25 años, Vicente Martínez Gadea. Arquitectura 1985-2011. El mismo día se presenta un voluminoso libro de 452 páginas donde se advierte una cuidada selección de sus mejores proyectos. En el Colegio Oficial de Arquitectos de Murcia descubriremos una miscelánea arquitectónico-artística de este hombre creativo, reflexivo, de rasgos renacentistas, tanto físicos como ocupacionales.

Boda con Chelete
Antes de continuar conociendo más detalles de la obra del entrevistado, necesito hacerles a ustedes partícipes de un hallazgo: En la página 31 del diario ABC, publicado el jueves 24 de julio de 1975, se informaba a toda España de la feliz noticia de la boda de «la señorita Consuelo Moreno Velasco con el arquitecto don Vicente Martínez Gadea», y del posterior ´coctel-cena´ que se sirvió a los invitados en el Hotel Palace de Madrid. El matrimonio se instalaría definitivamente en Murcia en 1978. Aunque Vicente nació en la capital de España, toda su familia es oriunda de nuestra Región. Su padre, Diego Martínez Peñalver, fue un insigne abogado y periodista que llegaría a dirigir, en Murcia, La Hoja del Lunes y desempeñó las labores de subdirector en el diario Línea.
Se acerca la hora del almuerzo y los anfitriones me obsequian, entre otros manjares, con una copa de vino Pintia, elaborado con uvas tinta de Toro (Valladolid), y un excelente gazpacho que Chelete ha preparado con esmero. Segunda copa. Vicente me cuenta el recuerdo que guarda de sus profesores particulares que le enseñaban música y pintura; hablamos de la casa de gorilas y de la piscina para pingüinos que diseñó en 1933 el arquitecto ruso Berthold Lubetkin para el London Zoological Gardens; repasamos a Kafka, a quien Vicente le ha ´robado´ unas frases de Cuadernos en octavo (1917), con las que inicia su libro-catálogo de arquitectura. En la conversación recordamos la etapa de Pilar Miró como directora general de Cinematografía y cuando a él y a Severo Almansa les encargó el diseño del libro Cine Español. 1896-1983; bebemos otra copa del voluptuoso Pintia, y es entonces cuando aparece en escena la obra del modisto japonés Yseey Miyake y sus cotizados trajes geométricos, que tanto nos interesan a los dos.

Cuestionario de obras
Le propongo a Martínez Gadea un cuestionario diferente, le iré nombrando edificios y proyectos que ha realizado en los últimos 25 años y que aparecen explicados y fotografiados en el libro, y con los que ha obtenido diferentes premios y galardones. Tomamos otro sorbo de ese vino de color guinda intenso y comienzan las preguntas, a pesar de llevar más de tres horas de conversación.

Centro Escénico Infantil y Juvenil Pupaclown, Murcia (2007).
El que tenga niños que los lleve, porque ha sido pensado a imagen y semejanza de los más pequeños.
Rehabilitación y ampliación de una vivienda en la Dehesa de Campoamor, Orihuela (2008-2011).
Aquí integro mi trabajo en el espacio natural y utilizo los hábitos de construcción que aplican en esa zona, como son los maravillosos aparejos de piedra caleña.

Federación Regional de Empresarios del Metal de Murcia, FREMM (2009-2011).
Es una obra pensada sobre la situación y la ubicación de un edificio en una parcela al borde la ciudad, asomada a la autovía. El inmueble inicial lo terminé en el 2003 y el año pasado finalicé la ampliación.

Edificio de viviendas y locales comerciales Ruiz-Seiquer, en Murcia (1992-1995).
En este proyecto conté con el lujo de un cliente que demostró un verdadero amor a su ciudad y gran respeto al trabajo de los demás. Además, tuve la responsabilidad de trabajar en pleno centro urbano de la ciudad.

Pabellón de Murcia en la Exposición Universal de Sevilla (1989-1992).
La experiencia profesional de este encargo de trabajo resultó muy enriquecedora, porque pude observar de cerca las construcciones de otros importantes pabellones expositivos: el de Japón por Tadao Ando, el de Inglaterra por Grinsaw, o el de Hungría por Imre Makovecz.

Construcción de 7 viviendas en La Alberca, Murcia (1989-1991).
Este trabajo se incluyó en la II Bienal de Arquitectura Española, y la presencia en la Bienal supone el mayor reconocimiento que existe en nuestro país para la obra de un arquitecto.

Vivienda familiar en La Manga del Mar Menor, Murcia (1990-2001).
A esta obra le tengo tanto cariño que he seleccionado las fotografías de la casa para ilustrar la portada del libro. (Aunque el arquitecto no lo dice, a este proyecto se le otorgaron diferentes premios de arquitectura y sus fotos aparecieron publicadas en varias revistas especializadas y en el suplemento dominical del diario El País, en julio de 2004).

Diseño de la Plaza Emilio Pérez Piñero, Calasparra (1980-1985).
Es la primera obra importante que conseguí que se me adjudicara después de ganar el concurso. También se convertiría en mi particular homenaje a este gran arquitecto murciano.

Proyecto de una casa-villa en Marbella (2000-2003).
Supuso un gran divertimento, siguiendo las fantasías de un cliente holandés que eligió Marbella como el mejor sitio del mundo para vivir.

En el libro han participado 12 amigos arquitectos de Martínez Gadea, además del decano del Colegio de Arquitectos, Antonio García Herrero, escribiendo textos desde los que nos aproximarán con diferentes semblanzas al protagonista.
«En las paredes del Colegio de Arquitectos veremos el libro €desplegado€, impreso en metacrilato y sobre peanas visualizaremos más de 20 maquetas de los proyectos más representativos de los últimos años. La exposición y el libro surgen a raíz de concederme un premio la consejería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio», aclara el entrevistado.
Revivimos aquel cartel anunciador de la Semana Santa de 1981 que Vicente realizó como un bello «dibujo casi fotográfico», centrándose para su ejecución en la imagen de un macizo de claveles rojos y en el frontal dorado del trono en el que figuraba la caligrafía; aquel cartel desprendía aromas de primavera.
Antes de despedirnos, regresamos a Kafka: «Existen dos pecados capitales en el hombre, en los cuales se originan todos los demás: impaciencia e intolerancia». Esos dos ´pecados´ jamás los encontraremos en Vicente Martínez Gadea. Ahí se queda, bajo el limonero, el hombre sabio, paradigma y obrero aventajado de la arquitectura y el design.

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