Empresario. Numismático. Pintor. Poeta. Con anterioridad, futbolista profesional en las filas de la UD Las Palmas (entre los años 1954 y 1960). Y, ahora, escritor. Marcial Sánchez de Egea (Calasparra, Murcia, 24 de marzo de 1929) es un murciano de nacimiento, pero que ha desarrollado la práctica totalidad de su vida en la capital grancanaria. Una polifacética vida que le ha llevado no sólo a ser un canario de adopción y sentimiento, sino a ser un gran defensor de la Isla.
Mañana jueves, a las 20.00 horas y en los salones del Real Club Náutico, presentará su primer libro, titulado 'Relatos vestido de amarillo', "en el que trato de hacer un recorrido, en tono anecdótico y jocoso, mitad en prosa mitad en verso, por mis años como futbolista de la UD y también en mis inicios en el Imperial y en el Murcia", señala el que fuera lateral izquierdo del conjunto amarillo, en el que militó durante seis temporadas en Primera División.
"Me fui antes de que me echaran", dice también en tono jocoso, para añadir: "Ya tenía una familia con dos hijos -sus cinco hijos han nacido en Gran Canaria-, una empresa que florecía y que daba algunos problemillas, así como unas tremendas obligaciones, por lo que decidí colgar las botas con 30 años e irme a mitad de temporada. Perdoné 70.000 pesetas de aquella época a la UD".
Con posterioridad, dentro de la diversidad de situaciones que ha vivido, se ha desempeñado como presidente de filiales de la entidad amarilla, presidente de la Casa de Murcia -de la que es fundador-, o presidente del Real Club de Tenis Gran Canaria. También ha sido deportista de varias disciplinas, destacando el tenis, su otro amor , o el billar a tres bandas.
Con el paso del tiempo, después de probar como poeta, "sólo en el ámbito familiar, aunque tengo mucho escrito, como para un par de libros, que tengo encuadernados en casa pero que no se han publicado", Marcial se ha desempeñado también como pintor. "Y dicen que no lo hago mal", comenta riendo.
Tal es así que, en las salas de la Isla, ya han sido comisariadas un total de 40 exposiciones individuales suyas y no lleva por cuenta las colectivas. Además, ha expuesto también en salas de la Península y de otras islas.
"Lo he hecho todo ya: tener hijos, plantar un árbol y escribir un libro", dice de nuevo con gracejo, para luego ser categórico en su opinión sobre el deporte que le trajo y le dejó en esta tierra: "El fútbol no es lo que era. Ya no lo entiendo. Muchas tácticas y variaciones. Por eso no soy entrenador". Y por ello su vida gira por otros derroteros.
Fuente: La Provincia
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