A la espera de tiempos mejores

Fue a mediados de los años 90 cuando las administraciones públicas comenzaron a hablar de una potenciación del riquísimo patrimonio turístico con el que cuenta Cieza y su comarca, y fue en 1997 cuando comenzó a fraguarse una actuación para dinamizar turísticamente el Cañón de Almadenes. Casi tres lustros después, en 2010, el Gobierno Central, con la colaboración de la Comunidad Autónoma, comenzó a desarrollar el denominado Proyecto Turístico Desfiladero de Almadenes y a construir el centro de interpretación de la naturaleza con el que se pretende relanzar la oferta.

Pero su puesta en funcionamiento va a tener que esperar hasta que vengan tiempos mejores a tenor del ritmo que llevan unas ´ralentizadas´ obras que ya deberían de estar acabadas. Tenían que haber concluido esta primavera, con la pretensión de que el edificio hubiese estado equipado durante el pasado mes de septiembre. Sin embargo, las actuaciones son prácticamente simbólicas en unas labores que se han quedado en el 80 por ciento del total. Se trata de una inversión de 1,2 millones repartidos en los 589.641 euros para el edificio, otros 315.000 para equipamiento y material interpretativo y 288.256 euros para el acondicionamiento de las actividades en el exterior.

Pero en términos globales, el Plan de Dinamización Turística del Desfiladero de Almadenes contaba con una financiación mucho mayor. Las administraciones habían presupuestado 4,1 millones de euros con una participación a partes iguales del Gobierno de España, la consejería de Cultura y Turismo y el Consorcio Turístico Desfiladero de Almadenes, del que forman parte los ayuntamientos de Cieza y Calasparra.

Todo ello pretendía dar un impulso al turismo medioambiental en la zona próxima al espacio natural protegido del Cañón de Almadenes, que discurre por unos cuatro kilómetros de longitud y 116 hectáreas.

Para ello se querían crear infraestructuras encaminadas a potenciar el turismo de aventura y de naturaleza, así como los recursos arqueológicos y espeleológicos de todo el territorio de influencia del Cañón de Almadenes, como la cueva Sima de las Serreta, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC), o la propia ciudad hispano-árabe de Siyâsa.

Otras actuaciones proyectaban la creación de carriles bici, pasarelas en el interior del cañón y el desarrollo de iniciativas encaminadas a evitar la degradación de este entorno natural.

Primer edificio autosuficiente

El Centro de Interpretación de Almadenes va a ser, cuando se acabe, el primer edificio totalmente autosuficiente de España, es decir, que la luz y el agua que consuma serán proporcionadas por sistemas propios de la zona.

Está previsto que se incorporen sistemas de captación de energía geotérmica, un sistema de energía solar fotovoltaica y otro de energía solar térmica, cuya producción tendrá que cubrir el conjunto de la demanda anual. Se intentará alcanzar el mismo objetivo también en relación al agua. Así, se va a disponer de sistemas de captación, potabilización, recogida de pluviales y depuración simbiótica para que igualmente, el edificio no requiera suministro ni genere residuo alguno.

Fuente: La Opinión de Murcia