El viernes día 2 de noviembre, a las 11 de la mañana, ARDEVAS (Asociación de Regantes en Defensa de la Vega del Río Argos), ha convocado una manifestación por las calles de Calasparra para informar y concienciar a los regantes del río Argos, y al pueblo de Calasparra en general, de la problemática existente con el Plan de Modernización de los regadíos del municipio.
Alonso Torrente, presidente de ARDEVAS, señala que, ya desde un principio, el presidente de los comuneros, Antonio José Abellán: «No puede ser presidente porque carece de tierra y necesita ser propietario de una hectárea mínimo (datos extraídos de notas simples del Registro de la Propiedad). Jamás ha sido votado en Asamblea como dictan los Estatutos. Jamás ha sido reelegido cada dos años como dictan también los Estatutos. Tampoco presenta las cuentas anuales como dictan los estatutos. Y, por último, no convoca asambleas ordinarias desde que desempeña el cargo de presidente, hace siete años».
La asociación ARDEVAS le exige que cumpla con los Estatutos y convoque tanto las asambleas ordinarias como extraordinarias, que se le han pedido con casi el triple de terreno necesario, avaladas con las firmas necesarias. (60 Ha. de propietarios)
Los comuneros minifundistas de Calasparra rondan los mil doscientos, y la Asociación que preside Alonso Torrente agrupa a doscientos noventa y cinco de ellos, que supone un porcentaje de tierra que ronda el 33 % de la totalidad de la superficie.
En el año 2006 se presentó, y se votó, “nueva vía de subvención y financiación, presentada por la empresa estatal ACUAMED, para la modernización de los regadíos de Calasparra”, pero sin conocerse aún el proyecto técnico. Basándonos en las Actas, jamás se ha votado proyecto alguno “es imposible que se apruebe algo cuando aún no existe”. El 23 de abril de 2007 es firmado el contrato para la redacción del citado proyecto con la empresa TABALA S.L. Y ésta es una de las principales reivindicaciones de ARDEVAS, que una vez conocido el proyecto técnico los comuneros lo debatan y voten, conociendo los pros y las contras del mismo, máxime cuando se han producido modificaciones en el mismo, a la baja, pasando a realizarlo otra empresa pública distinta, concretamente, SEIASA, rebajando la cuantía del coste, de los casi 18.000.000 iniciales a los 11.486.000 de la actualidad.
Entre las contras, Alonso Torrente destaca: «Principalmente que perdemos agua: de 7’8 hectómetros pasamos 5’5 hectómetros cúbicos, en una toma única». Además de que las acequias se destruyen, pretendiendo acometer por ellas la colocación de tuberías del riego por goteo, en contra de lo ordena el proyecto, con la pérdida de patrimonio histórico que éstas representan. Asimismo acusan desde la asociación a la Comunidad de Regantes (corporación de derecho público, que se rige por el derecho administrativo) de no facilitarles la documentación que le piden, trasladando en alguna ocasión nuestras peticiones a la Confederación Hidrográfica y, en otros casos, obviando nuestros escritos. Todo, explica Alonso Torrente, sin trasparencia alguna y, presuntamente, para dilatar el proceso: «Hemos ido en diversas ocasiones a pedir una copia del proyecto que se quiere realizar, con soporte en cd. Nos lo denegaron mediante una contestación peregrina “se podría violar la propiedad intelectual del autor”. Al final, el proyecto en soporte digital, nos lo consiguió, en el Ministerio, un diputado por Valencia en el Congreso de Madrid. Después, a los siete meses nos lo entregaron pero para entonces ya lo teníamos». Por cierto, apoyados en ingenieros, hemos encontrado varios errores en el mismo, que creemos no están subsanados.
La Comunidad de Regantes señala que, con la modernización, se evitaría regar de noche, además de acabar con las pérdidas de agua que suponen las acequias dañadas. Sin embargo, para ARDEVAS el primer problema, el del riego durante la noche, tiene esta solución: «En la primera fase del proyecto concluida el año 2006 se construyeron dos balsas para acumular agua. Una de ellas se llena por gravedad y almacena 90.000 metros cúbicos. Esa balsa, si se une a través de un desagüe a un punto, a determinar, de la acequia mayor, se inyectaría agua a la conducción por donde baja menos caudal y los agricultores podrían regar por el día. Esta solución, económicamente hablando, ascendería a unos 50.000 euros aproximadamente. No los once millones y medio del proyecto de modernización del que los comuneros debemos pagar el 30%, en un plazo de cincuenta años». Asimismo, aseguran que las roturas de acequias se podrían arreglar con Fondos Europeos u otros fondos ofrecidos por las administraciones españolas, utilizados por otras comunidades de regantes para mantener el riesgo tradicional. Es cuestión de voluntad».
La primera fase del proyecto se pagó entre la Consejería de Agricultura y Fondos Europeos. Una obra, según ARDEVAS, presupuestada en un millón y medio de euros que al final superó los seis millones. Para esta segunda fase, Alonso Torrente, reincide en que los comuneros, dueños de la tierra y del agua, deben votar si quieren o no modernizar los regadíos una vez conocidos todos los pros e inconvenientes, con los porcentajes necesarios que dicen los estatutos y las ayudas de los Fondos Europeos FEDER. Los propietarios tenemos el derecho de decidir el futuro de nuestras tierras, algo que a fecha de hoy aún no se ha producido. No queremos imposiciones en nuestras propiedades, defenderemos nuestros intereses y derechos hasta las últimas consecuencias.
Fuente: ARDEVAS
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