La conserva sortea otra crisis y mantiene la producción

La industria conservera de la Región ha conseguido mantener la producción, a pesar de que la última crisis ha dejado en el camino a algunas de las marcas murcianas más conocidas, como La Verja, de Cehegín, o Rostoy, que estaba situada en la pedanía murciana de Casillas. Ahora, la empresa de Mula Cofrusa trata de encontrar una salida viable a Conservas Halcón, tras haber adquirido hace año y medio las factorías de Campos del Río y de Calasparra (Conservas La Diosa). El presidente de la Agrupación de ConserverosJosé García Gómez, asegura que la desaparición de las ayudas europeas a la industrialización y la irrupción de países terceros ha provocado «un ajuste» al que se está adaptando la industria murciana, manteniendo la producción y el empleo. (Agrupal),

Añadió que al aumento de los costes de producción que origina la desaparición de las ayudas comunitarias se puede agravar en poco tiempo con «la falta de autonomía en el suministro de materias primas», como consecuencia de la desaparición de los cultivos tradicionales de la Región que surten a las fábricas. El albaricoque es uno de los productos murcianos que ha experimentado el mayor retroceso en las últimas décadas. En este caso, se trata además de un cultivo que se concentraba especialmente en el Noroeste y en las zonas más deprimidas de la Región, como las comarcas del Río Mula y del Valle de Ricote, en las que generaba empleo y ayudaba a evitar el despoblamiento.
García Gómez advirtió de que la reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC) que se negociará a partir de ahora para el periodo 2014-2020 debe reconsiderar los estragos que ha causado el llamado «desacoplamiento» para evitar el riesgo de que la conserva murciana y la del resto de España acabe «teniendo problemas para disponer de materia prima».
Según sus estimaciones, el precio de la fruta utilizada por la industria representa el 40% de los costes de producción, por lo que considera necesario recuperar la subvención existente en el pasado, que suponía unos cinco céntimos por kilo, para garantizar el suministro y evitar que el consumo europeo acabe dependiendos de la industria de países terceros.
Recordó igualmente que al quedar desprotegida la producción agroalimentaria se potencia «el dumping social», dado que se importan sin ningún tipo de trabas los productos procedentes de países en los que no se respetan las normas de salud vegetal ni los derechos sociales. «La UE tendría que buscar un equilibrio entre la producción interna y las importaciones. El reto en este momento es garantizar la autonomía en el suministro», advirtió García Gómez
El presidente de los conserveros murcianos recordó que «el desacoplamiento» ha desligado las ayudas destinadas a la producción de la producción industrial, originando un desequilibrio en los precios y dejando desamparada a una actividad que factura en la Región 1.200 millones de euros y que vende al exterior conservas por importe de 500 millones.Las empresas dan empleo a unos 8.000 o 10.000 trabajadores, pero generan además una actividad paralela muy importante en otros sectores auxiliares.
Según sus cálculos, «la industria transformadora mueve 25.000 camiones al año que salen al extranjero». Esta cifra se eleva a 60.000 si cuenta también el transporte de las conservas al mercado nacional.
A la actividad que genera la conserva en el transporte se suma también la de otros sectores auxiliares, como los envases metálicos. Sin embargo, en los últimos dos años la producción ha caído un 4%, a medida que se hacían con los mercados nuevos países como Argentina y Chile, que podían competir con precios más bajos. No obstante, García Gómez sostiene que las empresas están recuperando el terreno perdido. Atribuye al ajuste originado por «el desacoplamiento de las ayudas» la situación que atraviesan las dos factorías de Halcón Foods adquiridas por la conservera de Mula Cofrusa, cuya actividad ha sido prácticamente nula desde que cambiaron de dueño. «También hay empresas que van bien y que, además de soportar la crisis, han salido fortalecidas. Estamos en un cambio de rumbo y cada vez hay más valor añadido», aseguró. Sobre la crisis de Halcón, dijo que «confío en que la supere pronto. Cuenta con un equipo humano que conoce bien el oficio y espero que entre todos –empresa, sindicatos y Administración– consigan que continúe su actividad».

Fuente: La Opinión