La Audiencia Provincial de Murcia ha confirmado la sentencia del Juzgado de lo Penal que, en diciembre pasado, condenó a un año de prisión, por un delito contra la fauna, al encargado de un coto de Calasparra por la utilización de cebos envenenados para acabar con la vida de las zorras del lugar.
El Juzgado, según la sentencia a la que ha tenido acceso Efe, declaró como hechos probados que desde que se encargó del coto, en el año 2005, a la muerte de su titular, "conocía que en el mismo existían alimañas o predadores de especies cinegéticas que podían perjudicar la caza, como zorras, así como perros asilvestrados que suponían un peligro para los cazadores".
Para acabar con las raposas, en un primer momento trató de darles caza con la utilización de un perro con el que pretendía que aquellos animales "salieran de las zorreras y así poder abatirlos a tiros".
Al no conseguirlo, añadía el Juzgado de lo Penal, recurrió a los cebos envenenados, para lo cual utilizó morcillas en las que introdujo los productos tóxicos.
Los hechos fueron descubiertos por un vecino que sospechaba que la muerte de dos perras de su propiedad era debida a la utilización de venenos en el coto, por lo que le hizo un seguimiento.
La sentencia, ahora confirmada por la Audiencia Provincial de Murcia, recogió como probado el uso de los cebos, pero, por el contrario, declaró que no se había demostrado "que la muerte de las perras, ocurrida el 9 de septiembre de 2008, ocurriera por la ingesta de los cebos envenenados distribuidos por el acusado".
La sentencia incluye, además de la pena de prisión, la inhabilitación para el ejercicio de la caza durante dos años.
Fuente: ABC
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