miércoles, 5 de septiembre de 2012

Javier Jiménez abre la puerta grande de Calasparra con dos orejas


Dos cosas buenas;  una,  la afluencia de público que cuajo los tendidos en ¾ de la plaza. La segunda, la puerta grande de Javier Jiménez. Triunfador de la feria 2011, hoy líder del escalafón de novilleros,   desorejó al cuarto novillo de la tarde. Un novillo con el que sueña cualquier torero, y digo torero, no novillero y que fue sin duda el mejor de un encierro que manseó en su conjunto.
Antonio Puerta falló con la espada y el planteamiento. Quizá el lote no fue para el triunfo pero le vi demasiado agobiado con la responsabilidad de una de las tardes de su temporada.
Juan Leal, que entró por la vía de la sustitución de Rafael Cerro. Mostró una excepcional actitud sobre todo en su primero y la luna y el toro como en la canción no le permitieron más en su segundo. Era muy “de noche”. 
El primero de la tarde fue para el de Espartinas, un novillo rajado con el que todo acabó muy pronto pero con un gran oficio, no en vano la afición le esperaba como triunfador del año pasado. Lo del cuarto fue otra cosa, tenía todo lo que se le puede pedir a un “bravo”, prontitud, ritmo, profundidad y una cosa, duración.  Lo toreó por ambos pitones mostrando todas estas cualidades y tras estocada, cortó las dos orejas y el novillo recibió la vuelta al ruedo en el arrastre. “Despegaba la Feria”. 
Del segundo de la tarde para Puerta,  me quedo con dos tandas por el pitón izquierdo, aunque el novillo pronto miró la puerta que no grande sino la de toriles. Mal con la espada su labor fue aplaudida por el público con gran presencia de sus paisanos de Cehegín. El quinto salió a su bola como dice la juventud, si bien el buen trabajo de la cuadrilla de lujo que llevaba Puerta lo centro, pero solo un poquito. Arranco muy decidido por el pitón derecho pero el del “ventorrillo” no fue un buen colaborador. Cogió la espada y otra vez mal, y es que la tarde no era para el de Cehegín.  
El tercero fue un novillo muy áspero y Juan Leal se lo llevo a tablas para hacerle lo poquito que tenía. Mucha firmeza.  En el  sexto “un toraco”, con el que nada pudo hacer. Este si era para echar la siesta. El y el torero. Entre la luz y las condiciones del animal todo se acabó pronto. Fue despedido con una gran ovación por su firmeza, esfuerzo y capacidad.

Ficha del 04 de Septiembre. 2ª de Feria.
Plaza de toros de Calasparra. Segunda de la Feria del Arroz. ¾ de plaza. Novillos de El Ventorrillo, muy cuajados, con hechuras de toro, mansa , a excepción del cuarto, de nombre 'Alagado', premiado con la vuelta al ruedo. Javier Jiménez, ovación tras aviso y dos orejas; Antonio Puerta, palmas tras aviso y silencio tras aviso y Juan Leal, ovación y silencio.

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