jueves, 11 de marzo de 2010

¿Entubamos el río?

Para un pueblo ribereño, su río es su vida, su sustento, su razón de ser, su historia, el motivo de su creación, su pasado, su presente y su futuro. Si a un pueblo ribereño le quitamos su río, le estamos quitando todo aquello que le da sentido a su ser. Si a un pueblo ribereño le quitas una parte del sentido de su ser, puede ser el principio del fin de ese pueblo.
Afortunadamente a Calasparra y a los que siguen hasta Ojós no le van a quitar su río Segura (al menos por ahora), aunque sí le van a quitar un cachito, o mejor dicho, un buen pedazo.
El proyecto del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino conlleva la canalización de 131 hm3 de agua al año, que ahora discurren por el cauce del río Segura entre la confluencia de los ríos Segura y Mundo y el Azud de Ojós. Esto naturalmente incluye los Espacios Naturales Protegidos de Cañaverosa y Almadenes y todo el cauce del río en el término municipal de Calasparra, afectando también a los municipios de Moratalla. Cieza, Abarán y Blanca. Esta cantidad de agua supone una media de 4’15 m3/seg de caudal, con picos de hasta 6 m3/seg.
El bondadoso río Segura lleva siglos sacrificándose para ofrecer sus aguas a los habitantes de sus riberas. Por este motivo, de su cauce nos hemos aprovechado para beber, para regar, para pescar y para producir energía, además de ocupar nuestras horas de disfrute: mediante el baño, el paseo en barca, la práctica de deportes acuáticos, o el simple hecho de contemplar el discurrir de sus aguas. Consecuencia de algunos de estos aprovechamientos ha sido la disminución de su caudal, aunque siempre se ha procurado que esta disminución sea compatible con todos los usos y disfrutes que este río conlleva, manteniendo siempre (o casi siempre) un caudal aceptable.
En la actualidad el caudal medio del río Segura a su paso por Calasparra está en torno a 20 m3/seg, aunque durante varios meses al año, en algunos tramos este caudal está por debajo de 6 m3/seg. La ejecución de este proyecto supondrá que, en esos tramos y durante esos meses, el río estará prácticamente seco.
El motivo alegado para este proyecto es mejorar la calidad del agua para consumo, agua que en la actualidad se toma en el Azud de Ojós y que, antes de ser tratada, contiene sulfatos y otras sustancias contaminantes (principalmente trihalometanos). En realidad es cierto; la puesta en marcha de este proyecto mejorará la calidad del agua pretratada, lo que facilitará su tratamiento potabilizador, aunque no es menos cierto que existen alternativas:
* Para disminuir la carga de contaminantes es necesario mejorar el funcionamiento de nuestras depuradoras municipales, exigir depuración en vertidos industriales, y controlar los vertidos ilegales. Cuestiones éstas que habrá que abordar igualmente, con o sin el proyecto que nos ocupa.
* El agua va aumentando su contenido de sulfatos conforme discurre por el cauce, de forma que una captación varios kilómetros arriba del Azud de Ojós pueden disminuir de forma suficiente el contenido de sulfatos, sin necesidad de afectar a los Espacios Naturales Protegidos.
Por otro lado, y dada la crisis económica en la que nos encontramos, sería muy interesante contemplar alternativas que podrían resultar menos costosas, aunque parece ser que el ahorro del que presumen las administraciones públicas no les afecta. Ahorro que, por cierto, tiene que ser la base de los planes de austeridad que, a nuestro entender habría que hacer en todos los niveles de la vida tanto pública como privada.
Pero… ¡Con los señores Ingenieros del Ministerio hemos topao! ¡A ellos les vas tú a tocar sus… aguas!, ¡Y menos aún sus Proyectos! A estos señores les ha dado exactamente igual la afección medioambiental, la pérdida de calidad de las aguas que quedarán, los usos del cauce, los pueblos ribereños, ni nada de nada. Les ha faltado tiempo para llevar el proyecto al Consejo de Ministros y declararlo “De interés general por razones de salud pública”, con el fin de no tener que cambiar ni una coma del proyecto original.
Tanto es así que ni siquiera han querido modificar el trazado de la tubería en sus primeros 30 km ni la ubicación de la macroplanta potabilizadora, que están proyectados sobre monte con alto valor medioambiental.
Aunque la Declaración de Impacto Ambiental ya ha sido publicada, el proyecto aun no ha sido aprobado de forma definitiva. Desde este insignificante pueblo ribereño, y a través del Foro Ciudadano , queremos elevar nuestra voz a favor de las mentes abiertas, de la defensa del medio ambiente, y de la protección y durabilidad de las culturas ribereñas. Estimamos oportuno el estudio de otras posibilidades (que estamos seguros de que existen) que mejoren el agua para consumo hasta niveles aceptables, minimizando el impacto sobre el medio ambiente y sobre los pueblos ribereños..
Ya se planteó algo similar hace unos 20 años con el proyecto denominado Rambla de Benito, porque también desviaba las aguas hasta esta rambla en la zona de Abarán-Blanca. La presión ciudadana, y especialmente los argumentos que la misma esgrimió sobre los problemas medioambientales, fueron decisivos a la hora de eliminar esta idea. Pero el enemigo no descansa y de nuevo arremete.
No podemos caer en el peligro de “desnudar a un santo para vestir a otro”, de expoliar de sus valores a los de arriba, a los que siempre les tocó ceder recursos naturales a cambio una supuesta mejora de la calidad del agua que puede obtenerse por otros procedimientos menos dañinos..Y que no nos hablen de solidaridad porque ejemplo hemos dado . Con esas políticas no vamos a ningún sitio.o tal vez si. Vamos: a provocar enfrentamientos, a crear mayores desigualdades, a la ruina de lo que es nuestro futuro.
Texto de Ángeles Trujillo es miembro del Foro Ciudadano y maestra nacional.

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