martes, 27 de septiembre de 2011

El Halcón que cazó a La Diosa

Las querellas presentadas por el Instituto de Fomento (Info) y UGT contra el máximo responsable del Grupo Halcón, Joaquín Navarro Salinas, no han hecho otra cosa que abrir viejas heridas y airear trapos sucios sobre las presuntas irregularidades que parece condujeron a la actual situación de Conservas Fernández y Halcón Foods, que han condenando al paro a centenares de trabajadores de Calasparra y Campos del Río. Al menos, eso es lo que se desprende del informe elaborado por la Inspección de Trabajo a raíz del Expediente de Regulación de Empleo del 18 de noviembre de 2008, que afectó a 311 trabajadores de la conservera calasparreña propietaria de la marca La Diosa: 34 fijos y 277 fijos discontinuos.
Según el informe, fechado el 27 de enero de 2009, el inspector apunta hacia la fusión entre Conservas Fernández y Halcón Foods en 2004 -con la llegada de la empresa de capital de riesgo Inveralia- como el principio del fin de la conservera calasparreña. El inspector del Ministerio de Trabajo asegura en sus consideraciones finales que el acuerdo por el que Halcón Foods se convierte en socio único de Conservas Fernández «al margen de limitar su producción a los pedidos que determina Halcón Foods» provoca a juicio del inspector «escasos márgenes de beneficio dificultando cubrir los costes de producción».
El documento detalla los datos de producción, y mientras Halcón Foods atiende «una gran diversidad de campaña» como pera, melocotón, albaricoque, alcachofa, fresa, satsuma, mandarina y cóctel, Conservas Fernández se quedaba con apenas 'la pedrea' de temporada: pimiento, alcachofa y melocotón.
Situación que a juicio del inspector «debilita notablemente la posibilidad de obtener beneficios» para la conservera calasparreña. Sólo hay que consultar las cifras del controvertido informe para comprobar que Conservas Fernández pasó de producir en 2003: 8.948.220 kilos de melocotones a los 27.841 kilos de 2008, mientras que Halcón Foods producía en 2008 la friolera de 19.907.341 kilos de melocotones. De hecho en el ejercicio económico 2005, Conservas Fernández, sufrió unas pérdidas de 754.191 euros que en 2006 alcanzaron su techo con los 2.861.898 euros, situándose las pérdidas en 2007 en 2.267.223 euros, y finalmente el 30 de septiembre de 2008 en 926.374 euros. Algo que llama la atención hasta al ministerio de Trabajo que en sus conclusiones recuerda que «antes del citado acuerdo ambas empresas eran competidoras naturales tanto en el mercado nacional como el internacional». A tenor de los datos se evidencia que la competitividad entre ambas empresas pasó a mejor vida.

«Estrangular» la producción
Por todo ello el inspector en su informe alertaba ya por aquel entonces que «el volumen de cifra de negocios de Conservas Fernández ha tendido a reducirse significativamente en los últimos tres años». El control productivo, financiero y contable que ejercía Halcón Foods sobre Conservas Fernández desde que se convirtió en su socio único, motivaba para el inspector, «el estrangulamiento de su producción».
A todas luces era la crónica de un cierre y un ERE anunciados para Conservas Fernández, incluso antes de la llegada de Cofrusa que se materializaría precisamente ese mismo año. A pesar de que la inspección de trabajo dictaminó en 2009, no informar favorablemente del ERE de los 311 trabajadores, «más aún cuando las causas alegadas sin que la empresa, ni su socio único, Halcón Foods, hayan adoptado medidas eficaces para velar por la subsistencia de Conservas Fernández». Lo cierto y verdad es que la plantilla está en la calle clamando justicia, y desde Comisiones Obreras en Calasparra, recuerdan que «desde entonces se adeuda un millón de euros a unos 200 trabajadores de aquel ERE».

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en este blog.
Al hacer tu comentario respeta a las personas e instituciones sobre las que escribirás.
Los comentarios que no se ajusten a lo anterior no serán publicados.