sábado, 26 de noviembre de 2011

Repsol termina su nueva planta de Cartagena con recelo ecologista y vecinal

Repsol acaba de terminar su nueva planta de Cartagena, la mayor inversión industrial de España en los últimos tiempos según la firma petrolera, pero que tiene en su conexión con el exterior su talón de Aquiles puesto que un tramo del oleoducto que la unirá con Puertollano discurre bajo el pantano del Cenajo, al norte de la Región de Murcia, que es el almacén estratégico de agua para los regadíos de las vegas del río Segura.
Más de tres mil personas han trabajado desde hace tres años en la ampliación de la planta de la compañía petrolera española en Cartagena. La inversión de 3.200 millones de euros dará frutos en forma de 300 puestos de trabajo fijos, actividad industrial y perspectivas de futuro. La compañía prevé una puesta de largo acorde con la magnitud, importancia y rendimiento económico que se espera de la nueva instalación. Falta que la Casa Real confirme una fecha, según una portavoz de Repsol.
La misma fuente informó a El Confidencial de que ambas instalaciones están ya en periodo de pruebas y que no hay retrasos en las previsiones, aunqueno se atrevieron a precisar la fecha de puesta en marcha a máximo rendimiento de planta y oleoducto, cosa que depende de la demanda.
El refino que se elaborará en la nueva planta llegará a Puertollano (Ciudad Real) a través de un oleoducto de 320 kilómetros que facilitará el abastecimiento a toda la España central, pero que es de hecho el eslabón débil de toda la cadena.
Este oleoducto, también ya terminado, discurre paralelo a otro existente desde 1999 y cuyo punto crítico se encuentra en el municipio de Férez en el límite de Castilla-La Mancha con la Región de Murcia, en el pantano del Cenajo, sobre el río Segura. Allí, los tubos cruzan bajo el lecho de la reserva de agua, cuyo uso y conservación es vital para el abastecimiento humano y todos los regadíos aguas abajo.
Aunque Repsol ha negado reiteradamente que el oleoducto pueda representar en caso de rotura algún riesgo para los regadíos del Segura,ecologistas y asociaciones ciudadanas aseguran que sí hay peligro. La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) advirtió en el año 2000 de que ese riesgo existía, cuando evaluó el primer oleoducto que funciona desde 1999, según un informe al que ha tenido acceso El Confidencial.
Ese primer tubo se usa para llevar petróleo desde Cartagena a Puertollano, donde se refina. El segundo es reversible y transportará queroseno y gasoil, que serán comercializados desde la ciudad manchega. Repsol pidió autorización para construir el segundo oleoducto en el año 2007, cuando se preparaba para iniciar la inversión en la nueva planta de Cartagena.

CHS se retracta de su primer informe negativo
La inminencia del final de los trabajos ha encendido de nuevo las alarmas. Lo que tiene a ecologistas y habitantes de la Vega Alta del Segura sobre ascuas es que la CHS emitió informe técnico negativo a autorizar ese segundo oleoducto, aunque luego cambió su opinión en otro informe. El quid de la cuestión está en que el conducto nuevo cruza el vaso del embalse, empotrado en el lecho bajo las aguas. Y eso es lo que los técnicos no vieron claro, a pesar de que tenía Declaración de Impacto Ambiental favorable del Ministerio del Medio Ambiente, Rural y Marino desde el 6 de febrero de 2009 (BOE 5-III-09).
El seis de noviembre de 2009, el ingeniero jefe del Servicio de Presas, Juan Ginés Muñoz López, remitió su informe negativo, con la conformidad del jefe de Área de Explotación del Regadío Tradicional, Julio Muñoz Bravo, al director técnico de la CHS, Joaquín Ezcurra Cartagena, quien a su vez lo reenvió al comisario de Aguas de la CHS, Manuel Aldeguer, con fecha de 24 de noviembre del mismo año. El informe está también en posesión de El Confidencial
“Al objeto de mantener y no degradar las condiciones de seguridad ambiental del embalse al aumentar el riesgo potencial de vertido contaminante, se considera que el trazado del oleoducto debe desviarse del punto propuesto o necesario para que en el supuesto caso de rotura se acredite fehacientemente que no se producirá vertido alguno, bajo ninguna hipótesis al Embalse del Cenajo”, dice el final del informe de Muñoz López.
La CHS solicitó incrementar las medidas de seguridad a Repsol, pero no cambiar el trazado para que eludiera el embalse. La compañía aumentó el grosor del tubo de 7,9 milímetros a 10,3 y encamisó la tubería con un tubo exterior de acero al carbono, entre otras actuaciones.
El informe de autorización del trazado, con fecha de abril de 2011, cuando las obras de la planta nueva de Cartagena y el propio oleoducto estaban avanzadísimas, ya no estuvo firmado por el jefe del Servicio de Presas, sino por el comisario de Aguas, Manuel Aldeguer, su adjunto, José Carlos González Martínez, el director técnico, Joaquín Ezcurra, y el jefe de Área de Explotación del Regadío Tradicional, Julio Muñoz Bravo.
El pantano está en un área considerada de riesgo sísmico moderado, como es la de Caravaca-Calasparra, a treinta kilómetros de la presa. Es la zona montañosa llamada Comarca Sísmica de Caravaca, que se caracteriza por tener “pocos” movimientos tectónicos, pero “de carácter fuerte, y aun destructor (grados V al VIII) y de fechas muy recientes”, según el estudio publicado por Adolfo Rey Pastor a principios de la década de los 50 del siglo pasado, cuando era jefe del Observatorio Sismológico de Alicante, sobre el seísmo registrado en 1948 en Calasparra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en este blog.
Al hacer tu comentario respeta a las personas e instituciones sobre las que escribirás.
Los comentarios que no se ajusten a lo anterior no serán publicados.